miércoles, 13 de diciembre de 2006

Campeón, Campeón, Campeón, PACHUCA CAMPEÓN..... Un equipo mexicano campeón de Copa SUDAMERICANA que irónico cierto!!!


MAPA DE SUDÁMERICA

Y donde está Mexico?





Pachuca es el nuevo campeón de la Copa Sudamericana

Venció a Colo Colo por 2-1 en Chile, en el partido de vuelta de la final, y se convirtió en el primer equipo mexicano en ganar el título. El local ganaba por un gol de Suazo, pero el conjunto azteca lo dio vuelta gracias a Caballero y al argentino Christian Giménez. La ida había terminado 1-1.

Colo Colo estaba a un pasito de quedarse con el título de la Copa Sudamericana, pero no se le dio. Le alcanzaba con el empate sin goles o cualquier triunfo ante el duro Pachuca para festejar ante un Estadio Monumental repleto en Santiago de Chile. Porque habían igualado 1-1 en la ida, en México. Con las 60.000 entradas agotadas desde hacía una semana, ambos chocaban con el objetivo de terminar el año con una sonrisa. Y trofeo en mano, claro.




El vistoso equipo del Bichi Borghi arrancó con la intención ofensiva de siempre. Buscó pararse en campo visitante desde el primer minuto, aunque le duró muy poco. Los mexicanos no se quedaron atrás y, obligados por la necesidad que tenían por estar abajo en la serie, comenzaron lentamente a manejar la pelota e imponer su estilo futbolístico.

Dominaba, tocaba y presionaba el Pachuca. Pero le costaba una enormidad crear situaciones de peligro. Tuvo dos clarísimas apenas pasado el promedio de la etapa inicial por intermedio de Cacho. En la primera, el delantero metió un zurdazo terrible desde el sector izquierdo del área y obligó a la respuesta de Cejas. Y en la siguiente, apareció solo por el segundo palo tras un tiro de esquina muy cerrado y cabeceó afuera.

Sin embargo, cuando los Tuzos parecían estar afianzados en la cancha, el conjunto chileno clavó una puñalada inesperada en ese momento. Matías Fernández metió una buena pelota en profundidad por izquierda para Sánchez, y éste tocó al medio para Suazo. El calvo goleador recibió, giró y definió con gran categoría -como a lo largo de toda la Copa- contra el palo izquierdo del colombiano Calero. Derechazo con cara interna y a cobrar. El Cacique estaba arriba 1-0. Y cada vez más cerca del festejo.

La desventaja fue un golpe contra el ánimo del Pachuca, que ya no dominaba como minutos antes y encima debía hacer dos goles para consagrarse directamente. En medio del delirio del público chileno, llegaba el descanso.

Para la segunda parte, el técnico visitante Enrique Meza decidió hacer entrar a Damián Alvarez, uno de los argentinos presentes en esta final. Los otros: además del árbitro Baldassi, el arquero Cejas, Matías Fernández y el entrenador Borghi en el local, y Christian Giménez en los aztecas. Y el cambio le dio sus frutos al DT del Pachuca. Porque a los ocho minutos apareció el ex jugador de River, recién ingresado, habilitó por izquierda a Rodríguez y éste envió un gran centro abierto y pasado. Por el fondo apareció Caballero, quien tocó con cara externa, de derecha y suavecito, abajo y a la izquierda de Cejas. El 1-1 le daba un toque de justicia al resultado.

El empate transitorio provocó nervios en el Colo Colo. La pegajosa y rápida marca de los mexicanos fastidiaba a los dirigidos por Borghi, que no jugaban bien y eran claramente superados por la visita. El tiempo pasaba y el empate en uno conducía a una definición por penales, lo que por momentos causaba que ninguno de los dos terminara de jugársela en ataque. Y el partido se veía cada vez más empañado por la fricción y la lucha.

Dentro del tibio desarrollo que ofrecía el trámite, Pachuca era el más decidido a atacar. Colo Colo no podía salir y estaba muy impreciso. De todas formas, dispuso de una buena ocasión en los pies de Matías Fernández, quien definió ante Calero entrando por derecha pero la pelota fue rechazada. Y cómo es el fútbol, que a la salida del tiro de esquina que derivó de esa jugada, llegó una contra letal de los Tuzos y el grito mexicano. Damián Alvarez salió en velocidad, se la dio a Chitiva y éste, por izquierda, cambió de frente. Por derecha apareció Giménez, solo, y definió cruzado ante Cejas. El 2-1 obligaba al Cacique a convertir dos goles. La cuestión parecía empezar a tomar su rumbo definitivo.

Llegó el tiempo de los ataques desesperados y desordenados de los dirigidos por el Bichi. Y también el de las expulsiones de Fierro y Chitiva. Los dos con diez y quince minutos por delante. Aunque poco y nada iba a pasar. Alguna que otra situación desperdiciada por el local y no mucho más. La historia ya estaba sentenciada. Pachuca había escrito una página de oro en el fútbol azteca. La Copa Sudamericana tenía dueño y por primera vez viajaba a México.

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